Y diréis, a qué viene esto cuando se supone que voy a hablar de agro, de producto… os cuento mis deducciones, creo que para ser agricultor hay que estar sumamente enamorado de la tierra. El estar embarcada en EXPERIENCIAS en Finca el Edén me está haciendo ver y valorar cada día más y más el gran amor y el gran sacrificio que supone ser agricultor, hay que estar muy ciego de amor para que no te pese tanto trabajo.
Acaba de empezar como quien dice la temporada de mango y ha empezado por el súper mimado de la familia, ese que quita el hipo de lo bueno que está pero que quita la vida para garantizar su calidad.
Acabo de hablar con Eva, 21.30h del 28 de julio de 2021 y está saliendo del invernadero, de revisar uno a uno sus queridos Irwins como quien juega con las margaritas a me quiere no me quiere, pues ella lo hace con los mangos, este está, este no… y así, dos veces al día.
Aunque a veces, la recompensan con esto…
Ellos también dan amor y hacen que se olvide un poquito ese calor tropical que tanto les gusta y que para nosotros es una sauna… pero no hay mal que por bien no venga, el tipín que se te queda para el verano…
Bueno os cuento cositas sobre este producto que era lo que pretendía, ¿sabéis de dónde es originario?… ¿he oído Sudamérica? Pues… el mango se cultivó por primera vez en la India hace más de 5.000 años y llegó a América alrededor del año 300 d.C y ahora, los tenemos y de una calidad impresionante, aquí, en la Costa Tropical, Granada. Como ya sabéis, tenemos unas condiciones climatológicas perfectas para su producción: 320 días de sol al año, ausencia de heladas en invierno, puesto que
Sierra Nevada nos bloquea los vientos fríos y veranos cálidos gracias a las brisas de nuestra Costa Tropical.
Como os he comentado, el mango Irwin es el primero que sale en producción, generalmente sobre la primera quincena, principio de la segunda del mes de julio. (Esto puede variar según el productor, pero esta sería la fecha real para su consumo óptimo). Para diferenciarlos, fijaros en:
Sobre su cultivo… al estar tan sumamente mimados su producción es más escasa ya que es menos rentable al precisar de tanta mano de obra y aparte, por si te estás planteando dedicarte a cultivar mangos ahora que está tan en auge, las nuevas plantaciones tardan 4 años en dar sus frutos.
Como curiosidad… en esta variedad de mango se produce en ocasiones una alteración en el crecimiento del fruto (aborto) dando lo que comúnmente se llama «Mango Baby», un mango muy pequeño en el que se concentra todo el sabor de su hermano mayor.
Cerrar los ojos y pensad en una plantación de mangos. ¿Qué habéis imaginado? árboles, arbustos, palmeras… La planta del mango es un arbolito de porte pequeño que puede alcanzar hasta los 4 metros de altura, el árbol se hace redondo en el exterior pero si lo cultivas en invernadero es una especie de seto.
En la cocina… Es una fruta muy versátil y además de comerse sola, se utiliza mucho en coctelería, para hacer mermeladas, salsas y por Sudamérica lo toman verde (sin madurar) aderezado con sal, pimienta y limón, la verdad es que es una forma diferente y está bueno… lo recomiendo si te gustan los sabores más ácidos y frescos, como a mí.
Su mayor valor es la cantidad de propiedades que nos aportan, aunque tienes que tener en cuanta que es una fuente importante de hidratos de carbono, aunque si mueves el body, pues nothing happen 😉 todos felices:
Bueno ya sabéis, debemos concienciarnos a volver a respetar los tiempos de la naturaleza, comer producto real, de temporada y de calidad y para ello qué mejor indicativo ¡que sean locales! Aunque nuestro trabajo no acaba ahí, hay que saber conservarlos, para ello, tenemos que dejarlos a temperatura ambiente, solo meter en el frigorífico (no más de 3 o 4 días) si queremos ralentizar su maduración.
Estad atent@s porque pronto subiré alguna recetita con este manjar.
Ángela Luzón